Camila soñaba con ser Reina del Carnaval. Cada año, mientras crecía en la casa de los abuelos en Casavalle, practicaba nuevos pasos de baile, nuevas posturas, el saludo y la sonrisa que regalaría abriendo el desfile esa noche en la que por fin iba a brillar. Ilustración: RossanaPiccini Año a año se interesaba en la trivia carnavalera y practicaba mentalmente respuestas a preguntas imaginarias. Estaba casi preparada. Pero el año anterior enfermó la abuela y no pudo concursar. El año pasado no pudo participar de la selección en el centro comunal porque tuvo que empezar a trabajar y los horarios se lo impidieron. Además, había surgido esa confusión y decían que tendría que concursar contra hombres y personas mayores con más conocimientos que ella; eso no era justo. Pero el 2018 sería EL año, su oportunidad. Mientras escurría el trapo de piso, a veces levantaba la vista y espiaba secretamente los movimientos de las clientas del shopping frente al espejo del baño. A